miércoles, 14 de mayo de 2008

SEGURIDAD

Cada vez que llego a una planta de producción, encuentro desde grandes vallas hasta pequeños avisos que muestran el desempeño de seguridad industrial haciendo uso de una serie de indicadores como horas hombre sin accidentes o número de lesiones para mencionar algunos.
Las estadísticas son importantes señales que nos muestran donde han fallado los sistemas y obviamente son una visión hacia atrás. Sin restarles importancia, estos números no siempre representan las probabilidades de un nuevo evento accidental o de otras fallas en el sistema de gestión.
Como complemento a esas estadísticas algunas empresas de manera inteligente y proactiva usan las auditorías para identificar con anticipación las posibles fallas y tomar acciones para corregirlas. Este es un punto de gran relevancia y en general de buenos resultados, -cabe anotar que los resultados son intangibles ya que se refieren a lo que no ocurrió- pues se evita al menos un accidente. Sin embargo, las auditorías tampoco muestran todo el panorama. Es muy poco frecuente que las auditorías muestren dos elementos que a mi parecer son críticos: la cultura de seguridad y la percepción de las personas frente a ella.
Cada vez que me es posible, sugiero incluir dentro de las auditorías, algunas preguntas que se refieran específicamente a la percepción de la seguridad y a la cultura de la organización respecto a ella, con el propósito de obtener de primera mano el punto de vista de los trabajadores sobre la gestión y con esto, información para mejorar. La percepción es un concepto interesante y de gran valor para la organización.
Conocer la percepción de las personas frente a la seguridad facilita la identificación de creencias y actitudes en el sitio de trabajo. Adicionalmente evidencia el progreso en la cultura en la medida que podamos reconocer el sentimiento de responsabilidad individual y el interés por contar con un ambiente de trabajo más seguro.
Las respuestas que se obtienen de los trabajadores mostrarán fortalezas y debilidades, así como diferencias de opinión entre ellos que también servirán para establecer prioridades y enfocar esfuerzos.
Investigar sobre la percepción requiere también considerar otros factores como: la retención de información por parte de los trabajadores, personas que dicen lo que otros quieren oir o el hecho de magnificar o minimizar determinados puntos. Al respecto recuerdo una empresa en la que todos los trabajadores -excepto uno- dijeron sentirse bien con la seguridad, recordaban y practicaban las normas y recomendaciones que recibieron en los cursos, pero ninguno mencionó que una de las bodegas de materiales era un completo desastre ni que en ese lugar había ocurrido un accidente o que en alguna opotunidad se encontraron roedores vivendo cómodamente en ella.
Como todo, evaluar la percepción tiene pros y contras, pero al final ofrece información de gran valor para el mejoramiento continuo.

No hay comentarios: